Aprenda a establecer una cultura inclusiva en su organización
Tener una cultura inclusiva es un tema importante para cualquier empresa moderna. Según un estudio realizado por McKinsey & Co, las organizaciones que tienen una cultura organizacional inclusiva tienen un 27% más de probabilidades de crear un valor superior.
Y según Deloitte, las organizaciones con entornos inclusivos tienen seis veces más probabilidades de ser innovadoras y dos veces más oportunidades de cumplir o superar los objetivos financieros.
Pero, ¿qué significa tener una cultura inclusiva? No solo basta con contratar a personas de diferentes nacionalidades, sexos, géneros, orientaciones sexuales o razas. Hace falta que se sientan realmente bienvenidas, seguras y libres dentro del lugar de trabajo.
En este post explicaremos qué es la cultura inclusiva, sus principales beneficios y cómo implementarla para que realmente beneficie la inclusión dentro de una organización.
¿Qué es la cultura inclusiva?
En primer lugar, la cultura empresarial es la cumbre de los valores, comportamientos y prioridades, que apoya a los empleados y les da una guía en la forma en que trabajan individualmente, cómo tratan a los demás miembros de su equipo y a los clientes.
Partiendo de esta base, una cultura inclusiva es un entorno que valora, aprecia y da la bienvenida sinceramente —y no solo como un método de publicidad, propaganda o para atraer a los mejores talentos— a empleados de todos los origines y de características diversas.
Por lo tanto, conlleva inversión de esfuerzo, tiempo y dinero en responsabilidad social para eliminar el racismo, las brechas salariales y otros problemas similares.
Para entenderlo un poco mejor, estás son las características de un entorno laboral inclusivo:
- Voz propia: gracias a la inclusión empresarial, los trabajadores sienten que pueden aportar a la organización con sus ideas y opiniones, y que no son solo una pieza más que puede ser reemplazada en cualquier momento.
- Colaboración: una empresa con una cultura inclusiva suele ser una que no está estructurada en silos, es decir, no hay barreras que impidan que los empleados trabajen en conjunto con todos los departamentos y niveles de la empresa.
- Ser valorados: los empleados sienten que no son solamente un número más dentro de la nómina, y que su diversidad y experiencia se consideran como una fortaleza.
- Igualdad: en una cultura inclusiva, todos los empleados son tratados por igual en términos de respeto, cordialidad y reconocimiento.
Beneficios de una cultura inclusiva en las empresas
Estos son algunos de ellos:
1. Aumentar la satisfacción y retención de empleados
Los empleados que trabajan dentro de una cultura inclusiva tienen menos probabilidades de buscar otro empleo, ya que sienten que son valorados y apreciados.
Para los colaboradores, laborar en una organización con una cultura que los aprueba, aumenta su satisfacción laboral y disminuye la necesidad de buscar una mejor posición dentro de la industria o una alternativa similar.
Y para los empleadores, esto es positivo porque les permite retener talento cualificado y desarrollarlo para que se conviertan en empleados duraderos de la empresa, lo que ayuda a su éxito comercial.
2. Fomenta la generación de ideas
Una cultura inclusiva ayuda a que los empleados se sientan cómodos por lo que son, por sus características propias, y por las ideas y opiniones que puedan tener sobre el lugar de trabajo y los objetivos de la empresa.
Cuando un empleado se siente apreciado es más probable que genere ideas y esté más dispuesto a contribuir durante reuniones, revisiones y conversaciones.
En una organización con una cultura inclusiva, la creatividad y la inclusión tienen un campo verde y fértil donde florecer.
3. Aumenta el compromiso
Así como una cultura inclusiva fomenta la producción de nuevas ideas, también aumenta el compromiso de los empleados, desde la participación en actividades, la formación de nuevos equipos, el intercambio de ideas hasta decir simplemente los buenos días e interesarse por el bienestar de otros.
Mientras más inclusivo sea un espacio de trabajo, mantener el compromiso será más fácil y natural para los empleados.
¿Cómo implementar una cultura inclusiva?
Aquí hay cuatro pasos para desarrollar una cultura inclusiva que realmente beneficie a las personas dentro de una empresa:
1. Medir los esfuerzos DEI
Los esfuerzos de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) deben ser medidos para saber si se están alcanzando los objetivos de inclusión, pero primero hay que hacer lo siguiente:
- Auditoría: en primer lugar, hay que realizar una auditoría completa de todos los procesos relacionados con el personal, desde la búsqueda de candidatos, hasta la contratación, incorporación, capacitación, entrevistas de salida y prácticas de retención. Esta información, sumada a los datos de participación de los empleados y cualquier otra forma de comentarios o encuesta que se logre recopilar, sirve para comprender la situación actual de la empresa en términos de inclusión.
- Establecer los objetivos: los objetivos de inclusión deben ser específicos, medibles y oportunos.
- Crear estrategias: lo siguiente es crear estrategias de inclusión basadas en datos para alcanzar los objetivos.
- Comunicación: luego hay que comunicar claramente los objetivos y la estrategia a todos los miembros de la empresa.
2. Educar a los líderes
Los ejecutivos y los gerentes de la organización son fundamentales para lograr los esfuerzos de inclusión, ya que, al fin y al cabo, son ellos los que interactúan con los empleados.
No se puede asumir que los líderes sepan qué es la inclusión o cómo implementarla, por lo que la capacitación y concientización es vital.
3. Escucha a los empleados en todos los niveles
Los empleados deben tener un espacio seguro para hablar y expresar sus preocupaciones.
Esto se puede hacer por medio de encuestas anónimas y grupos de enfoque para profundizar en temas de participación e inclusión.
4. Celebra las diferencias de los empleados
La inclusión no significa ignorar las diferencias de los demás, sino apreciarlas y respetarlas.
Para que una empresa sea más inclusiva, una buena idea es demostrar a los empleados que se respeta sus valores, cultura y antecedentes e invitarlos a compartir esas características en el lugar de trabajo.
Se puede hacer mediante fiestas compartidas para celebrar las diferentes nacionalidades de todos los empleados, establecer una sala de oración o meditación para los trabajadores cuya religión o cultura incluya esta práctica, y prestar mucha más atención a los empleados que suelen estar más aislados por las características de sus trabajos.
¡Llegamos al final!
La cultura inclusiva debe integrarse en todos los aspectos de la empresa, desde la búsqueda de candidatos hasta la vida laboral diaria.
Es importante que preguntarse constantemente si se está haciendo lo necesario para crear un lugar de trabajo donde cada empleado se sienta valorado y pueda sentirse seguro, conectado y contribuir sin sentir rechazo alguno.
La creación de una cultura inclusiva es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y constancia, y que no tiene fin, por lo que siempre hay que pensar en nuevas formas de implementarlo
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