¿Por qué el retorno de la inversión es una métrica clave para la productividad?
El retorno de inversión o ROI (acrónimo formado por las siglas de las palabras inglesas “Return On Investment”) es un indicador de la rentabilidad obtenida (o que puede obtenerse) partiendo de los recursos económicos de un proyecto.
El ROI es una poderosa herramienta para facilitar la toma de decisiones estratégicas y promover la productividad en el negocio, dado que está basado en datos concretos que evidencian los resultados de las acciones emprendidas.
Con el cálculo del retorno de inversión es posible identificar qué campañas o proyectos resultan más ventajosos para la empresa y si las estrategias en marcha están reportando los beneficios esperados, motivando con ello a los empleados.
A continuación, te mostraremos las principales fórmulas del ROI y como direccionar este análisis a la implementación de recursos digitales.
Fórmulas para determinar el ROI
Entre las fórmulas más comunes encontramos las siguientes:
Fórmula 1
El método más popular y expedito consiste en dividir la ganancia obtenida entre el monto utilizado como inversión.
ROI = Ganancia
Inversión
Por ejemplo, si se destinaron 2500 dólares para la promoción de un producto y se obtuvieron 8000 dólares de ganancia, para calcular el ROI se divide 8000/2500, teniendo como resultado 3,2.
Mientras mayor sea el valor del ROI, más alto será el rendimiento de la iniciativa y los beneficios que reporte a la organización.
Fórmula 2
Otra metodología ampliamente difundida para calcular el retorno de inversión es restar los gastos generados por el proyecto, a los ingresos percibidos. El monto obtenido será dividido entre el mismo valor de la inversión.
ROI = Ganancia - Inversión
Inversión
Retomando el ejemplo anterior, si el gasto de la promoción del producto fueron 2500 dólares y los ingresos percibidos, 8000 dólares; para calcular el ROI, se restan 8000 – 2500, teniendo como resultado 5500, los cuales serán divididos por el valor de la inversión (o gasto): 5500/2500 = 2,2.
Si el número resultante de la operación es menor que cero (0), se trata de un retorno de inversión negativo.
Fórmula 3
Este método conjuga las operaciones contempladas en la fórmula 1 y 2, multiplicando el resultado por 100 para obtener un valor porcentual.
ROI = Ganancia - Inversión x 100
Inversión
Utilizando las pautas del ejemplo anterior, si la ganancia son 8000 dólares y la inversión o gasto 2500 dólares, se deben restar 8000 – 2500, obteniendo 5500, que se dividirán entre la inversión 5500/2500= 2,2.
Este resultado (2,2) se multiplicará por 100, generando 220% (2,2 x 100).
En otras palabras, este 220% quiere decir es que por cada dólar invertido se obtendrá una ganancia o rentabilidad de 2,2 dólares (2,2:1).
En marketing digital, se considera que el ROI debe ser superior a 4 para reportar beneficios al cliente; sin embargo, este no es el único campo donde es aprovechado como recurso. También es posible utilizarlo en al implementar CRM, ERP y muchas otras herramientas.
El retorno de inversión y el CRM
Uno de los recursos de tecnología más utilizados para obtener ventajas competitivas en los procesos empresariales son los softwares de Gestión de la Relación con el Cliente o CRM (siglas de las palabras inglesas “Customer Relationship Management”).
Gracias al CRM es posible hacer un seguimiento de la información de los clientes (actuales y potenciales) y su interacción con la empresa; asimismo, estos sistemas clasifican los datos obtenidos, automatizan las ventas y ofrecen indicadores de actividad, entre otras funciones avanzadas.
Conocer el retorno de inversión que un software CRM representa para la empresa puede hacer la diferencia a la hora de elegir un sistema, realizar ajustes en una plataforma existente, o emprender una adecuación tecnológica completa.
Es importante tener en cuenta que todo CRM implica aspectos cuantitativos y cualitativos, por lo que el cálculo del ROI no es tarea fácil.
Sin embargo, existen diferentes métricas que pueden emplearse con este propósito y, a su vez, verificar la efectividad del CRM. Entre estos criterios destacan:
- Aumento de los ingresos;
- Volumen de ventas;
- Tiempo de duración del proceso de ventas;
- Número de conversiones (de interesados o “leads” a clientes);
- Número de nuevos clientes;
- Número de clientes frecuentes (tasa de retención);
- Nivel de satisfacción de los clientes;
- Costo de adquisición de un cliente;
- Costo de campañas y promociones;
- Canales de venta más rentables;
- Costo de los servicios.
El ROI y los ERP
Tal y como el CRM, los sistemas de planificación de recursos empresariales o ERP (siglas de las palabras inglesas “Enterprise Resource Planning”) son herramientas de tecnología competitiva, orientadas a las áreas de administración y finanzas de las organizaciones.
En el caso de los sistemas ERP, el cálculo del ROI tiene como referencia los ingresos obtenidos después de implementar el sistema, considerando la inversión necesaria para la compra o ajustes del mismos.
Recuerde que el monto de la inversión debe incluir tanto el costo del software, como los gastos por la adquisición de certificados, sesiones de asesoría y formación, migración de sistema, actualizaciones, infraestructura tecnológica, rediseño de procesos y análisis situacional (de ser realizado por un equipo externo).
La implementación de un ERP eficiente puede ayudar a disminuir costos; simplificar procesos; gestionar el inventario; aumentar la cartera de clientes; disminuir el tiempo del ciclo de ventas; y unificar criterios operacionales.
¿Cómo medir el ROI de un proyecto o solución digital?
Tanto si posee una empresa como si está iniciando su propio emprendimiento en modalidad home-office, calcular el retorno de inversión de un proyecto o solución digital es una excelente estrategia para aumentar las posibilidades de éxito.
Antes de comenzar, tome en cuenta en qué consiste el proyecto en sí mismo; cuáles son los objetivos del negocio; las métricas que servirán como indicadores de inversión y rendimiento; y el período de tiempo en el que se aplicará la solución digital.
Con los datos mencionados, elabore un plan de acción; involucre a colaboradores y clientes en la prueba de la nueva estrategia o iniciativa; realice un seguimiento de las acciones emprendidas y analice los resultados.
Para asegurar que el retorno de inversión sea positivo para la organización, cerciórese de que el balance final cumpla con tres criterios clave: aumento de los rendimientos, incremento de la tasa de retención de clientes y las nuevas adhesiones y reducción de costos.
Ahora que conoce por qué el retorno de inversión es una métrica clave para la productividad, no puede dejar de leer el siguiente post de nuestro blog:
Experiencia del empleado: ¿cómo impacta la productividad empresarial?