Es muy tentador considerar que los proyectos tienen un comienzo y un final claros. No solo le proporciona un sentido de control, pero el éxito a menudo se mide cuando un proyecto se considera “completado”, se deja de asignar presupuesto y el equipo del proyecto se disuelve. Atrae a nuestro sentido innato del orden. Por no mencionar que es muy satisfactorio marcar esa casilla de “tareas pendientes”.
Pero esa generalmente no es la estrategia típica, ni la mejor. Los proyectos, especialmente los proyectos a gran escala como la transformación digital, a menudo comienzan con unos pocos pasos y luego evolucionan a medida que el proceso continúa. Obtendrá conocimientos, dispondrá de mejores herramientas, asignará presupuesto adicional y se presentarán más oportunidades, o desafíos.
Estos momentos individuales se combinan para trazar el camino de su negocio. En realidad, no hay “punto de finalización”, más bien usted continúa dando forma y mejorando los sistemas que impulsan sus resultados deseados. Ya sea que eso signifique gestionar el costo de los reportes de gastos, optimizar la experiencia de trabajo híbrido o mejorar sus procesos de viajes y gastos, un sistema financiero automatizado le ayudará a avanzar.
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