Ante el escenario económico actual, uno de los principales desafíos de las empresas es mantenerse activas en el mercado. De hecho, para lograr desarrollarse y asegurar una buena participación en el rubro, es indispensable centrar la toma de decisión y las estrategias corporativas en el acompañamiento de diferentes factores, también conocidos como indicadores financieros.
Pero, en esencia, ¿cómo podemos agilizar este control a punto de contar con información actualizada tan pronto como se necesite? Básicamente, la automatización ha favorecido el monitoreo del flujo informacional posicionándose, de esta manera, como una de las herramientas más efectivas para asegurar el rápido acceso e interpretación de los datos financieros de los negocios contemporáneos.
Frente a este nuevo panorama —mucho más tecnológico y fundamentado en la innovación— es fácil entender que gestionar el área financiera de una empresa teniendo como herramientas apenas un buen lápiz y un trozo de papel y/o plantillas de Excel ya no es suficiente.
En la actualidad, es imprescindible adoptar recursos tecnológicos con la intención de fomentar la automatización financiera y, por ende, estimular una toma de decisión mucho más consciente y acorde a las necesidades y objetivos corporativos.