Los viajeros de hoy en día esperan más de su programa de viajes y de la compañía, incluido un fuerte énfasis en la conciliación de la vida laboral y personal, la seguridad y la capacidad de reservar viajes según sus condiciones. También son cada vez más conscientes de viajar de forma sostenible e integrar las vacaciones personales con los viajes de negocios. Quieren sentirse valorados y ver sus valores personales reflejados en sus políticas de viaje.
Sin embargo, el 91% de los viajeros de negocios se han enfrentado a restricciones de flexibilidad durante el último año.
A medida que entran en juego los factores económicos, las compañías ajustan los presupuestos y hacen regresar a sus empleados a la oficina. Algunos incluso están recortando los beneficios de viaje, como la posibilidad de añadir días personales a un viaje o pagar más por los vuelos directos frente a los indirectos. Según estadísticas recientes:
El 42% de los viajeros de negocios cree que su compañía prioriza los recortes a la flexibilidad de los viajes.
A pesar de estos desafíos, los gerentes de viajes intentan defender a sus empleados. Los viajes de negocios no tienen por qué ser estresantes o rígidos. Al centrarse en la flexibilidad y generar confianza, puede crear una experiencia de viaje positiva que mejore la satisfacción de los empleados y promueva un mejor cumplimiento de las políticas de la compañía.
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